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Ciudad de México 2018.-El pasado 11 de junio se celebró en el Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México la presentación de la investigación “Violencia sexual y embarazo infantil en México: un problema de salud pública y derechos humanos” por parte del Ipas México.

La agenda comenzó con una conferencia de prensa,  presentada por Tania Jiménez, representante de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA),  Fernanda Díaz de León, Coordinadora de Políticas y Abogacía en Ipas México, Eliana Olaizola, Directora de Ipas México y Blanca Rico, Oficial Nacional de Programas del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México.

Blanca Rico señaló que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las principales causas que impiden el desarrollo social y económico, siendo la violencia sexual una de las caras que más frecuentemente adopta la violencia contra las mujeres, especialmente a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes.

Por su parte, Eliana Olaizola mencionó algunas de las causas, consecuencias y condiciones de la violencia sexual, así como los riesgos que enfrentan en la salud, complicaciones en el embarazo, abortos no seguros y consecuencias psicosociales como el rezago educativo, dificultades para tener un empleo, falta de acceso a seguridad social, mayor dependencia de programas gubernamentales, entre otros.

Finalmente, Fernanda Díaz enfatizó que mucha de la falta de información sobre el tema se debe a la clasificación de los actos de violencia contra las mujeres frente a la ley. Reconoció que hay violaciones sexuales catalogadas como estupro, incesto o violación equiparada y que todas ellas deben considerarse parte de la violencia estructural contra las mujeres.

Por último, la representante de SIPINNA señaló que una de las medidas a considerar para disminuir la violencia sexual en niñas debe ser la educación integral en sexualidad. Afirmó que ninguna niña decide estar embarazada, por lo que es de suma importancia un cambio cultural en el que ya no se normalicen los embarazos de adolescentes en este rango de edad.

La investigación de Ipas México destacó que la diferencia de edad entre las menores de 15 años embarazadas y los hombres responsables del embarazo llega a ser muy significativa, 70% de las niñas y adolescentes de entre 10 y 14 años, que tuvieron un hijo nacido vivo, reportaron que el padre tenía entre 18 y 78 años.

Durante la presentación el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México, Arie Hoekman señaló que impedir que una niña adolescente se desarrolle de manera sana y segura durante la adolescencia y alcance una vida productiva y autónoma constituye una violación de sus derechos, pero también un efecto negativo sobre su comunidad y su país. “Cuando ellas no desarrollan su pleno potencial, todos salimos perdiendo” mencionó Hoekman.

El representante del UNFPA en México terminó su intervención reconociendo la importancia que la investigación tiene para contribuir a terminar con la violencia contra las niñas, y reiteró su compromiso con la sociedad civil, el gobierno de México, la academia y el sector privado para lograr que toda persona joven alcance su pleno potencial y que toda mujer, adolescente y niña sea tratada con dignidad y respeto.

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