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La mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva a nivel global. Más de 1,500 mujeres y niñas mueren cada día a causa de complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto; lo que se traduce en cerca de 550 mil muertes anuales. Si bien es difícil medir las enfermedades y secuelas relacionadas con el embarazo, las estimaciones varían de 16 a 50 millones de casos anuales e incluyen condiciones como infección, complicaciones neurológicas, hipertensión, anemia y fístula obstétrica.

El Objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): Mejorar la salud materna, tiene como meta reducir tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la razón de mortalidad derivada de la maternidad. Para lograr que ninguna mujer muera por complicaciones obstétricas (durante el embarazo y hasta 40 días posteriores al parto), es necesario garantizar el acceso universal a servicios de planificación familiar, a atención calificada del parto, a cuidados de emergencia obstétrica y a servicios para prevenir y tratar infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH/SIDA.

En México, la muerte materna es menos común en las localidades más desarrolladas. Sin embargo, en las poblaciones más pobres y con una alta proporción de población indígena, sigue siendo un fenómeno frecuente.

El trabajo que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realiza para contribuir a la reducción de la mortalidad materna en México se basa en tres pilares básicos: 

 El acceso a anticoncepción y planificación familiar 
 Atención calificada de todos los partos
 Acceso a cuidados obstétricos de emergencia

UNFPA colabora y apoya el trabajo de organismos gubernamentales y de la sociedad civil bajo tres enfoques principales: 

 Enfoque de derechos humanos, particularmente de derechos reproductivos
 Enfoque de género 
 Enfoque de interculturalidad

A través de su Programa de Cooperación 2008-2012, el UNFPA desarrolla proyectos e impulsa iniciativas que contribuyen:

  • Al diálogo político para posicionar el tema de la muerte materna en la agenda pública
  • Al diseño de políticas públicas y normatividad institucional
  • A la instrumentación de estrategias nacionales y locales
  • Al fortalecimiento de capacidades nacionales, gubernamentales y de la sociedad civil
  • Al mejoramiento de la calidad de los servicios
  • Al aseguramiento de insumos de salud reproductiva
  • A la promoción de servicios de salud integrales que abarquen la salud reproductiva y el VIH/SIDA
  • A la creación y fortalecimiento de mecanismos intersectoriales e interinstitucionales

Cómo son esas iniciativas

En los últimos años, el UNFPA ha apoyado diversas iniciativas lideradas por organismos de gobierno y organismos de la sociedad civil, dirigidos a las poblaciones más vulnerables. Las prácticas exitosas se han integrado a los modelos de atención de las instituciones mismas, y multiplicado para llegar a un mayor número de localidades.

En los estados de Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí se ha integrado la participación de la comunidad en la prevención, así como las costumbres locales a los modelos de atención. Además, se continúa con la capacitación técnica de las y los prestadores de servicios de salud desde una perspectiva intercultural.

Actualmente, UNFPA apoya el diseño y operación del Observatorio Nacional de Mortalidad Materna y la sistematización de las experiencias exitosas. Este observatorio es una instancia independiente, conformada por personas, organizaciones civiles nacionales e internacionales, agencias y fundaciones de cooperación técnica y financiera, instituciones académicas, de investigación y de gobierno, que cuenta con el apoyo técnico del Grupo Interagencial de Naciones Unidas. Su objetivo es incidir en la mejora de la prestación de servicios y contribuir a la reducción de la mortalidad materna para alcanzar el cumplimiento del objetivo 5 de los ODM: Mejorar la salud materna.

Las iniciativas de UNFPA buscan favorecer la cooperación entre los diferentes organismos de gobierno, los organismos de la sociedad civil y la comunidad misma. Colaboran en el fortalecimiento de las capacidades de los distintos actores con capacitación, insumos y el impulso de la comunicación y colaboración entre ellos.