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En este Día Mundial de la Salud marcamos el primer Año Internacional de Enfermería y Partería. Las parteras son fundamentales en todo lo que hacemos en UNFPA, la agencia de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva. Sus habilidades de salvar vidas van más allá del alumbramiento de los bebés; ellas educan, empoderan y habilitan a las mujeres para llevar vidas saludables y para ejercer su derecho a la salud sexual y reproductiva.

En medio de la actual pandemia por COVID-19, la cual ya ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo, los y las profesionales de la salud son héroes no reconocidos trabajando en la primera línea. Las parteras arriesgan sus propias vidas para salvar las de las mujeres embarazadas y sus recién nacidos. Ellas aseguran embarazos saludables y a salvo, tomando todas las precauciones para proteger a las mujeres a quienes sirven.

Las parteras juegan un rol crítico en la respuesta a las emergencias de salud pública como la de COVID-19. Ellas son esenciales para los sistemas de salud fuertes y resilientes que necesitamos para sobrevivir al coronavirus. Es fundamental evitar poner en peligro los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva al redireccionar a las comadronas para servir como personal de emergencia.

Las parteras que sirven a los pacientes fuera de los hospitales son esenciales para mantener las medidas de distanciamiento seguro que permitan contener la propagación de la enfermedad. Mientras más comadronas estén listas para visitar los hogares de las mujeres embarazadas en las comunidades rurales u ofrecer cuidado prenatal y postnatal vía telefónica, entonces más personas podrán evitar transmitir el coronavirus o infectarse con este.

A medida que el nuevo coronavirus se propaga por el mundo, incluyendo muchos países en desarrollo con sistemas de salud frágiles, las mujeres continúan embarazándose y dando a luz. Las parteras son esenciales para asegurar  embarazos y nacimientos seguros para todos, en todas partes. Ellas también proveen la información y consejería sobre métodos anticonceptivos que las mujeres y jóvenes necesitan, aun en tiempos de crisis.

Como trabajadoras de salud en primera línea, las comadronas son particularmente vulnerables al virus. Esto significa que las mujeres y bebés también están en riesgo. Debemos actuar con urgencia para proteger a las parteras. Esto incluye proveer a todas ellas los mismos equipos de protección personal que usan otros trabajadores y trabajadoras de salud de primera línea para protegerse del contagio. 

Alrededor del mundo, las parteras se están ofreciendo para el reto del COVID-19, están trabajando día y noche para proveer cuidado para mujeres y bebés. Ellas dicen que nunca abandonarán a sus pacientes. 

Juntos, con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros socios, UNFPA respalda a las parteras del mundo, hoy y cada día.

La vida continúa a pesar de la pandemia; los embarazos y alumbramientos no son la excepción. En este difícil momento para todos, y en particular para los y las profesionales de la salud, hagamos todo lo que podamos para proteger a las parteras para que puedan seguir manteniendo a las mujeres y sus recién nacidos a salvo.