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Las personas adolescentes y jóvenes de hoy constituyen la población de jóvenes más grande de la historia. Y no existe duda alguna de que en América Latina y el Caribe tendrán una enorme influencia en la definición de nuestro futuro compartido. ¿Será un futuro de sociedades prósperas? ¿O un futuro de menos oportunidades y desesperanza?

Las decisiones que tomemos hoy pueden hacer una diferencia. Aquello que hagamos con y por los adolescentes y jóvenes habrá de definir a nuestras familias, comunidades, sociedades y sistemas políticos y económicos.

El llamado a la acción para la inversión en adolescencia y juventud del UNFPA se deriva en parte de los cambios demográficos y la necesidad apremiante de tomar en consideración las estructuras etarias cambiantes en la planeación de los sectores público y privado.

Priorizar las inversiones en adolescencia y juventud no significa descuidar la atención a otros grupos de edad. Lo que el UNFPA propone es un mejor equilibrio, de modo que dichas inversiones sean abordadas teniendo en cuenta todas las etapas de la vida. Las intervenciones dirigidas a los jóvenes deben basarse en inversiones anteriores en la infancia temprana y sentar las bases para las inversiones en las personas adultas en edad de trabajar.