En especial a las personas que viven en condición de pobreza, a las indígenas, afromexicanas, con discapacidad; a niñas, niños, adolescentes y mujeres; a personas mayores y de la diversidad sexual, a quienes viven en situación de exclusión.
Refrendó que es prioridad fortalecer las capacidades del Consejo Estatal de Población (Coespo) en las 32 entidades para seguir territorializando las acciones y ajustar a las realidades regionales la nueva política de población, y colaborar en la creación de sociedades más justas con las que se pueda crear un futuro resiliente, aprovechando las oportunidades, y garantizar los derechos y las opciones para todas las personas.
La representante del UNFPA en México enfatizó que alcanzar las 8 mil millones de personas es un momento de reflexión para que todos los países, estados y localidades se anticipen y entiendan la manera en la que su población está cambiando, y les invitó a que impulsen soluciones compartidas que correspondan con sus tendencias demográficas.
“Mientras nos preparamos para observar este gran hito, debemos recordar que el valor de la humanidad no disminuye ni se pierde al aumentar el número de habitantes. Cada individuo merece beneficiarse de un mundo más justo, próspero y sostenible”, mencionó.
La presidenta de El Colegio de México, Silvia Giorguli Saucedo, enfatizó que se tiene en el análisis de la dinámica demográfica, una herramienta de planeación fundamental para pensar el país que se quiere en los próximos diez, veinte y treinta años.
Señaló que desde ahora es posible anticipar lo que se necesita hacer para construir un país más justo e incluyente. Para ello, se deben definir acciones para recuperar el aumento en la esperanza de vida, disminuir las muertes violentas, la mortalidad materna y la fecundidad adolescente.
Asimismo, es necesario prepararse con una asertiva estrategia de planeación para lo que requerirá una sociedad que sigue teniendo un amplio sector de la población en las edades más jóvenes, pero que avanza hacia un rápido crecimiento en el total de la población adulta mayor.
Invitó a considerar el papel que la migración interna e internacional juega en la visión de país y en las políticas de desarrollo. Las y los mexicanos son hoy más móviles que en el pasado, y el perfil de la movilidad ha cambiado.
Tanto en el desplazamiento forzado interno como en la migración internacional se observa la asociación con la violencia en el país y un cambio en el perfil al incluir a unidades familiares completas y, en especial, a niñas, niños y jóvenes.
En ese sentido, es necesario evaluar las implicaciones locales de la migración internacional –de retorno, llegada y en tránsito– y de los desplazamientos forzados, y anticipar medidas para evitar la exclusión, discriminación y situación de vulnerabilidad de las familias migrantes.
Las instituciones convocantes refrendaron su compromiso para continuar impulsando la agenda de población en el país, y garantizar que las políticas en la materia garanticen los derechos humanos y acerquen hacia el desarrollo sostenible.
Estuvieron presentes las presidentas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi); Graciela Márquez Colín; del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, del Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población –órgano de consulta del Conapo–, Rosario Cárdenas Elizalde.