En un país con más de 40 millones de personas jóvenes, garantizar su desarrollo pleno no es solo un imperativo ético: es una estrategia clave para el futuro de México. Las juventudes son hoy uno de los grupos poblacionales más diversos, dinámicos y estratégicos. Al mismo tiempo, enfrentan desigualdades estructurales que limitan su acceso a oportunidades y derechos, especialmente en contextos rurales, indígenas, afrodescendientes o marcados por pobreza y violencia.
México se encuentra en una etapa crítica de su dinámica demográfica, en la que la proporción de personas jóvenes comienza a disminuir mientras aumenta la población adulta mayor. Esta transición presenta una ventana de oportunidad que no se repetirá: invertir hoy en el desarrollo de las juventudes es clave para garantizar sostenibilidad social y económica en el mediano y largo plazo.
Este Informe de Desarrollo Humano de las Juventudes en México presenta el Índice de Desarrollo Humano de las Juventudes (IDHJ), una herramienta diseñada para ofrecer evidencia robusta, comparable y territorializada sobre las condiciones en las que viven las personas jóvenes en nuestro país. A partir de tres dimensiones fundamentales —salud, educación e ingreso— y cinco indicadores complementarios clave, el IDH-J permite identificar brechas, focalizar acciones y diseñar políticas públicas más pertinentes y efectivas.