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Instituto Hidalguense de las Mujeres y el UNFPA México coordinan estrategia para el fortalecimiento de capacidades para la atención de la violencia contra las mujeres

Instituto Hidalguense de las Mujeres y el UNFPA México coordinan estrategia para el fortalecimiento de capacidades para la atención de la violencia contra las mujeres

Noticia

Instituto Hidalguense de las Mujeres y el UNFPA México coordinan estrategia para el fortalecimiento de capacidades para la atención de la violencia contra las mujeres

calendar_today 03 Octubre 2024

Instituto Hidalguense de las Mujeres y el UNFPA México coordinan estrategia para el fortalecimiento de capacidades para la atención de la violencia contra las mujeres
Instituto Hidalguense de las Mujeres y el UNFPA México coordinan estrategia para el fortalecimiento de capacidades para la atención de la violencia contra las mujeres

Ciudad de México a 03 de octubre de 2024. Como parte del Programa Estatal de Cooperación con el Gobierno del Estado de Hidalgo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) México  implementa una estrategia para fortalecer las capacidades de personal del servicio público que atienden a mujeres en situación de violencia. 

Dicha intervención tuvo un primer pilotaje en la región de Tula-Tepeji durante los meses de marzo a mayo de 2024, teniendo como resultado el fortalecimiento y la articulación de instituciones claves como primeros respondientes a mujeres víctimas de violencia. Gracias a estos logros, desde el mes de agosto el programa se implementa en la región de Tulancingo.

En ambas intervenciones ha participado personal del estado y de  los municipios de Ajacuba, Atitalaquia, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama, Tetepango, Tlaxcoapan, Tepeji del Río de Ocampo, Atotonilco de Tula y Tula de Allende, mientras que en la intervención de la región Tulancingo se alcanzó a Tulancingo de Bravo, Acatlán, Acaxochitlán, Cuautepec de Hinojosa, Metepec, Singuilucan y Santiago Tulantepec. En  conjunto se han capacitado alrededor de 100  servidoras y servidores públicos. 

Algunas de las instituciones que formaron parte de estos procesos son el Instituto Hidalguense de las Mujeres como institución articuladora, instancias municipales para el desarrollo de la mujer, el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5), el DIF, la Procuraduría Estatal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, el Instituto Nacional de Migración con sede en Hidalgo, el Centro de Justicia para las Mujeres, la Ciudad de las Mujeres, Ministerios Públicos y Fiscalia de Delitos de Género y Trata de Personas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, el Hospital Regional de Tula, Hospital Integral Cinta Larga, Unidades de Atención del IMSS, personal de la Secretaría de Salud, Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) del Estado de Hidalgo, jueces y juezas conciliadoras de los municipios mencionados, Policía Violeta del ámbito estatal, Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, Instituto Tecnológico Superior del Occidente del Estado de Hidalgo, Dirección de Convivencia Escolar y el Programa Estatal de Prevención, Atención y Erradicacion de Violencia Escolar del Estado de Hidalgo de la SEP. Por parte de las organizaciones de la sociedad civil, acudieron la Fundación NAHO, Asociación En Familia Rompamos el Silencio A. C., entre otras dependencias y organizaciones. 

Durante el proceso de fortalecimiento de capacidades se llevaron a cabo sesiones de trabajo presencial con una duración total de 40 horas. El modelo desarrollado constó de 5 etapas: 1) detección de necesidades a través de grupos de enfoque con actores/as clave; 2) principios básicos sobre la atención a mujeres víctimas de violencia y servicios esenciales por sector; 3) fortalecimiento de los mecanismos de coordinación interinstitucional; 4) instalación de una comunidad de práctica que dará seguimiento al proceso y 5) evaluación y reporte de resultados a tomadores/as de decisión a nivel política pública. 

En las próximas semanas la comunidad de práctica dará seguimiento al proceso de aprendizaje  para que las instituciones continúen  desarrollando capacidades, compartiendo buenas prácticas, valorando los casos de alto riesgo y fortaleciendo la coordinación. 

Gracias a estos procesos de fortalecimiento de capacidades, ahora el personal de servicio público identifica y reconoce sus obligaciones en la materia, conoce los medios para canalizar y referir a usuarias de acuerdo a sus necesidades, es capaz de valorar el riesgo de violencia feminicida, canalizar a refugios a quienes lo necesiten y brindar acompañamiento para el empoderamiento y autonomía, todo ello con base en los principios del enfoque de Derechos Humanos y la perspectiva de género. 

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Para más información consulte la página web del UNFPA en México: mexico.unfpa.org 
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