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Hoy día celebramos el primer Día Internacional de los Afrodescendientes.
Este día es una celebración de las enormes contribuciones de las personas afrodescendientes en todos los ámbitos de la actividad humana.
Es un reconocimiento debido desde hace mucho tiempo de las profundas injusticias y la discriminación sistémica que las personas afrodescendientes han padecido durante siglos, y que siguen afrontando hoy en día.
Es también un llamado urgente a la acción dirigido a todos, en todos los rincones del mundo, a comprometernos a erradicar el mal del racismo.
Veinte años después de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, y transcurrida más de la mitad del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, vivimos un ímpetu sin precedentes para poner fin al flagelo del racismo. No debemos desaprovechar esta oportunidad.
El proyecto “La Ruta del Esclavo” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) nos exhorta a hablar
abiertamente y con franqueza sobre el horror y la codicia de la esclavitud. La iniciativa del UNFPA de invertir en los jóvenes afrodescendientes se centra en ampliar sus oportunidades, y la Agenda para un Cambio Transformador en favor de la Justicia y la Igualdad Raciales, puesta en marcha por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, busca desmantelar el racismo sistémico, velar por la rendición de cuentas y que se imparta justicia reparadora.
El Foro Permanente de Afrodescendientes, iniciado por la Asamblea General, y el nuevo mecanismo independiente para promover la justicia y la igualdad raciales en la aplicación de la ley, establecido por el Consejo de Derechos Humanos, son ejemplos importantes del compromiso de los Estados Miembros con la acción.
Reconocer el arraigado legado de esclavitud, reparar los errores de la historia y aniquilar la vil mentira de la supremacía exige ser persistentes y actuar cada día, a todos los niveles, en todas las sociedades.
Comprometámonos juntos a poner de nuestra parte y avanzar en la promesa de igualdad, justicia y dignidad para todos.