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1° de octubre del 2015- El envejecimiento de la
población y la urbanización son los principales obstáculos
del siglo XXI a nivel mundial. Mientras las ciudades siguen
creciendo, sigue aumentando la población de 60 años y
más. La rápida urbanización es un reto para los gobiernos
locales y nacionales en el desarrollo de ciudades
incluyentes e integradas.
 
Hoy, en el Día Internacional de las personas de edad,
debemos de asegurarnos de que las ciudades respondan a
las necesidades de las personas de todas las edades y que las personas de edad
sean consideradas parte importante de la vida urbana, al igual que las personas
más jóvenes.
 
El tema de este año : Sustentabilidad e Inclusión en el Ambiente Urbano, encaja a
la perfección con los objetivos de la recién implementada Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible: No dejar a nadie atrás. Juntos/as, podemos asegurar la
completa integración e inclusión de las personas mayores en la vida económica,
social, política y cultural de las ciudades.
 
¿Qué acciones podemos realizar para contar con ciudades más incluyentes? Se
puede iniciar asegurando que tanto las generaciones de personas jóvenes como
de personas mayores estén incluidos dentro del proceso de planeación urbana, y
que sus problemas, necesidades e inquietudes sean consideradas por igual para
ser tomadas en cuenta.
 
Necesitamos acercarnos a una planificación urbana que busque el bienestar a lo
largo de la vida de las personas. 
 
Debemos hoy en día, invertir en las y los jóvenes, con la promoción de hábitos
saludables, garantizando educación y trabajo, proporcionando acceso a servicios
de salud y seguridad social para las y los trabajadores. Ésta es la mejor inversión
en el bienestar de las y los jóvenes, conteniendo así, el flujo de inmigración y
mejoramiento en la calidad de vida de la gente mayor de las próximas
generaciones.
 
Con la promoción de servicios de salud accesibles y de calidad, educación
permanente, continua capacitación hacia diversas oportunidades para las
personas mayores, y flexibilidad para su empleo se puede aumentar el bienestar
y calidad de vida para la facilitación de su integración dentro de las comunidades.
El fortalecimiento del capital humano mediante la aseguración del
empoderamiento, educación y empleo de las personas conducirá a un alto
retorno de inversión y ayudará a los países a generar y aprovechar el dividendo
demográfico para cambiar la situación de pobreza que muchos actualmente
enfrentan. La creación de esperanza y oportunidades para que las y los jóvenes
desarrollen su potencial fomentará el progreso los próximos años y derivará en
un segundo dividendo demográfico con personas mayores más saludables,
económicamente estables y más productivas.
Hoy, hacemos un llamado a los planificadores de políticas públicas y urbanización
a que se trabaje en conjunto para asegurar un plan urbano incluyente para todas
las edades. Por lo tanto, es necesario hacer especial énfasis en los pilares
fundamentales de urbanización, tales como: vivienda, transporte, abastecimiento
de servicios básicos y salud.
 
Esto significa, que es necesario crear un ambiente urbano que facilite la
movilidad y seguridad personal; un ambiente que impulse y promueva el respeto,
la inclusión social y la participación. De esta manera lograremos proteger los
recursos naturales, previniendo y reduciendo los riesgos de desastres naturales
para que esta generación y las siguientes logren un futuro sustentable. 
Hoy, hacemos un llamado a los líderes en las zonas urbanas, para el
aseguramiento de la protección de derechos de los residentes en las ciudades,
incluyendo a las personas mayores ya que son los más vulnerables, promoviendo
la no tolerancia a la discriminación, abandono, violencia y abuso hacia ellos.
Al asegurar la sustentabilidad e inclusión en el ámbito urbano, estamos creando
una sociedad incluyente para todas las edades, en donde las voces de cada
generación sean escuchadas y las necesidades tanto de jóvenes como de adultos
se reconozcan y se atiendan. Se necesita del empoderamiento de la juventud y
de las personas mayores para que puedan tener una activa participación en la
vida económica, social y política de sus comunidades.
 
“Las ciudades inclusivas y amigables para todas las edades, no sólo son mejores
para las personas mayores. Son mejores para todos y todas ”