El Sistema de las Naciones Unidas en México convoca a la sociedad mexicana a observar el Día Internacional de la Juventud 2012. Este año el lema de la celebración es “Construyendo un mundo mejor: Asociándonos con las y los jóvenes” el cual insta a los gobiernos y a las instancias no gubernamentales a facilitar la participación de las personas jóvenes en el desarrollo de sus sociedades, de sus comunidades y familias y de sí mismos.
Actualmente en el mundo existen 1,200 millones de personas jóvenes entre 15 y 24 años y en México alrededor de 21 millones, es decir, casi una quinta parte de la población nacional son jóvenes. El número de personas jóvenes tanto a nivel mundial como nacional es el más grande de toda la historia.
Estas cifras hablan del gran potencial de contribución de las personas jóvenes al desarrollo global y nacional si se adoptasen medidas de política pública que promuevan su capital humano y su vinculación a las tareas del desarrollo.
Existe urgencia en aumentar los medios de acción de las y los jóvenes, garantizar el desarrollo de sus proyectos de vida, incrementar el acceso a la educación media y superior, mejorar las condiciones de salud, incluyendo la salud sexual y reproductiva, ofrecer oportunidades de empleo de calidad y para convertirse en emprendedores. Las acciones para garantizar los derechos de la población juvenil, promover su participación y potenciar su desarrollo humano tienen grandes beneficios sociales y económicos pues se aprovecharía el bono demográfico que muchos países tienen al contar con una población en edad de producir proporcionalmente mayor que la población dependiente. El bono demográfico también se presenta en México pero la ventana de oportunidad no estará abierta por mucho tiempo.
En este Día Internacional de la Juventud, el Sistema de las Naciones Unidas en México hace un llamado urgente a incrementar la inversión en los y las jóvenes y a traducir los compromisos nacionales e internacionales en acciones concretas para que participen plenamente, libres de pobreza y desigualdad, discriminación y violencia y contribuyan al alcanzar los objetivos concertados universalmente de reducir la pobreza y alcanzar mejores y más altos niveles de desarrollo humano y sustentable.