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La mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva a nivel global. Estimaciones mundiales indican que cada día se producen, aproximadamente, 810 muertes maternas, 1 muerte fetal sucede cada 16 segundos, 2.4 millones de muertes neonatales cada año, y 1 de cada 5 mujeres da a luz sin contar con la asistencia de un proveedor de salud con las competencias necesarias. 

Tal como lo indica la evidencia, la mayor parte de esas muertes podrían evitarse a través de una combinación de medidas que incluyen, pero no se limitan, a la implementación de cuidados maternos de calidad, acceso universal a los métodos anticonceptivos y esfuerzos para abordar las inequidades en el acceso a los servicios.

En consonancia con la universalidad planteada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, la salud sexual, reproductiva, materna, y neonatal (SSRMN) es un componente esencial.  A fin de mejorarla se debe reforzar el compromiso con las instituciones de salud y aumentar la inversión que se le destina.

Adicionalmente la muerte materna  sigue siendo un indicador  de desarrollo y desigualdades sociales ya que en las poblaciones más pobres y con una alta proporción de población indígena, sigue siendo un fenómeno frecuente.

El trabajo que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realiza para contribuir a la reducción de la mortalidad materna en México se basa en tres resultados transformadores: cero muertes maternas prevenibles, cero demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos, cero violencia contra las mujeres. 

A través de su Programa de Cooperación 2019-2024, el UNFPA desarrolla proyectos e impulsa iniciativas que contribuyen al diálogo político, el fortalecimiento de capacidades nacionales y locales y a la gestión del conocimiento para mejorar la calidad de los servicios de SSRMN.

UNFPA colabora y apoya el trabajo de organismos gubernamentales y de la sociedad civil bajo tres enfoques principales: de derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos, género e intercultural.

Nuestros desafíos

La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de invertir en la atención primaria de la salud a fin de satisfacer las necesidades de la población. Las parteras son proveedoras esenciales de atención primaria de la salud y pueden desempeñar un papel fundamental en este ámbito, así como en otros niveles del sistema de salud y contribuyen al ejercicio  de los derechos sexuales y reproductivos, la promoción de intervenciones de autocuidado, y el empoderamiento de las mujeres y las adolescentes.

En México, la muerte materna se ha incrementado durante la pandemia siendo la primera causa la enfermedad de COVID-19  a mediados de 2021 (38% de los casos). Adicionalmente, la muerte materna  sigue siendo un indicador  de desarrollo y desigualdades sociales ya que siendo un fenómeno frecuente en las poblaciones más pobres y con una alta proporción de población indígena.

La mayor parte de esas muertes podrían evitarse a través de una combinación de medidas que incluyen, pero no se limitan, a la implementación de cuidados maternos de calidad, acceso universal a los métodos anticonceptivos y esfuerzos para abordar las inequidades en el acceso a los servicios, que a su vez están conectadas con inequidades en el ingreso, la escolaridad, la desnutrición, el acceso a agua potable, la ubicación geográfica, entre otros factores.

Nuestras estrategias

Nuestra visión es que en 2030 las mujeres en México tienen acceso universal al continuo de la atención de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal y ejercen su derecho a obtener servicios seguros, regulados, suficientes y de alta calidad brindados con respeto a la diversidad humana.

El continuo de la atención en SSRMN comprende desde la prevención del embarazo en adolescentes, anticoncepción, detección y manejo del riesgo pregestacional, control del embarazo y educación perinatal, atención del parto y seguimiento en el puerperio y atención a la persona recién nacida.

En el ámbito de la formación de parteras profesionales nuestras acciones se dirigen al reforzamiento de las plantas docentes en educación basada en competencias y la enseñanza por simulación. Abogamos por contar con los campos clínicos adecuados al Modelo de Partería en todos los niveles del sistema de salud.

Para mejorar la disponibilidad de los servicios en el continuo de la SSRMN impulsamos que las parteras profesionales incluidas en equipos multidisciplinarios en el primer y segundo nivel de atención. Además fortalecemos las competencias del personal de salud para mejorar la calidad de la atención.

Para mejorar y ampliar el acceso a los servicios se promueve la vinculación de los servicios de salud con las comunidades y las parteras tradicionales con enfoques de interculturalidad y de género. El resultado son redes  locales de atención a la SSRMN oportunas y suficientes, con sistemas de referencia y contrarreferencia eficientes.

La alianza con la Asociación de Parteras Profesionales trabaja para el reconocimiento institucional y social de las parteras, y en la práctica del desarrollo profesional y académico de las parteras profesionales.

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